Listas de pendientes, sencillas y sostenibles.

Como hemos venido conversando, debemos planificar para poder gestionar mejor nuestro tiempo.  Pero, para ello, debemos saber cómo hacerlo. Por aquí te dejo algunos artículos que te pueden servir:

Recuerda que tú le pones la sal y pimienta para que se adecúen a ti. No hay fórmula universal para ello. Lo que sí te recomiendo es que tus listas de pendientes sean cortas, simples y sostenibles.

Te estarás preguntando, ¿qué una lista de pendientes?

Una lista de tareas pendientes (también conocida como to-do list) contiene, básicamente, cualquier actividad que debes realizar. No necesariamente deben ocurrir en una fecha y hora determinadas; para eso, existe el calendario o agenda personal.

Ten en cuenta lo siguiente:

1. Si algo es un hábito (es decir, que lo haces sin pensar), entonces no le des un espacio valioso en tu lista de tareas pendientes.

2. Si tienes tareas que debes hacerlas varias veces al día (como revisar el correo electrónico), intenta crear rutinas y agrúpalas en bloques. Por ejemplo: establece horarios para revisar tus correos dos veces al día y crea alertas para que te ayuden a forjar el hábito. Trata que estos horarios sean en tus horas de menor energía, ya que es una tarea que no demanda mucho esfuerzo y más bien guarda tus horas de poder para otras actividades que sí lo hagan.

Una vez que se vuelvan rutina, ya no necesitarás que esta tarea en tu lista de pendientes, salvo que se trata de un correo electrónico que requiere mayor atención y debas dedicarle un espacio especial para poder contestarlo. En ese caso, deberá estar en tu lista de pendientes para que lo puedes agendar correctamente.

3. Las reuniones y citas, en lugar de ponerlas en tu lista de tareas pendientes, debes incluirlas en tu agenda. De esta manera, la lista de tareas pendientes se mantiene liviana y realmente puedes ver qué tareas deben realizarse ese día.

Creo que tenemos una tendencia a sobrecargar las listas de pendientes y luego no sabemos por dónde empezar, nos sentimos abrumadas y confundidas. Es por eso que estos tres puntos que te menciono puedes borrarlos de tu lista de pendientes para que sea más llevadera.

También te recomiendo, que le dediques a tu lista de pendientes 5 o 10 minutos la noche anterior para que, cuando inicies sesión a primera hora de la mañana, ya sepas exactamente qué hay que hacer. Luego, prioriza. Es importante saber cuáles de todas tus tareas pendientes son las más importantes; puedes poner las más importantes al principio o usar etiquetas personalizadas para indicar la prioridad (utiliza Trello como apoyo).

Ahora, esto no quiere decir que tienes que hacer siempre primero lo que es más importante. Eso va ir de la mano con tu energía (hora de poder). De repente requieres calentar motores durante las primeras horas de la mañana con alguna tarea más fácil, o quizás te guías por la regla de 80/20 (puedes terminar el 80% de tu trabajo en el 20% del tiempo). Cómo sea que elijas, recuerda tener visible aquellas tareas críticas e importantes para no dejarlas pasar.

Finalmente, cada vez que marcas algo de tu lista como finalizado, has obtenido un logro. Así que ¡felicitaciones! Es muy importante que celebres tus victorias y darte un premio (vale una palmadita en la espalda).

Llegó tu turno de ordenar esa lista de pendientes que te está mirando (quizás desde hace unos días) y hacerte responsable de tu vida.

Tú puedes todo lo que te propongas.

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