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“El primer paso para crear la vida que deseas es deshacerte de todo lo que no necesitas”. Esta poderosa frase de Joshua Becker, referente en el minimalismo, tiene más profundidad de la que parece a simple vista. ¿Te has detenido a pensar en todo lo que ocupa espacio en tu vida? No solo me refiero a los objetos que llenan tu casa, sino también a esos hábitos, rutinas, relaciones o incluso metas que ya no te hacen feliz o no tienen sentido para ti.
Estamos a punto de cerrar el 2024, y qué mejor momento que este para empezar a cuestionarte: ¿Qué sí quieres que siga contigo en 2025? Y lo más importante, ¿qué ya no tiene cabida? En este post te guiaré paso a paso para crear espacio en tu vida, comenzando por lo material, pero llevando este ejercicio hacia lo emocional y lo mental. Porque para construir la vida que deseas, primero necesitas hacer limpieza y crear el espacio que esa vida merece.
Por qué deshacerte de lo que no necesitas es esencial
Muchos estudios confirman que el desorden físico y emocional afecta nuestra capacidad de concentración, nos genera estrés y dificulta la toma de decisiones. Por ejemplo, un informe del Instituto Princeton de Neurociencia descubrió que un entorno desordenado compite por nuestra atención, reduciendo nuestra productividad y bienestar.
Cuando eliminamos lo innecesario, liberamos no solo espacio físico, sino también energía mental. Esa energía puede redirigirse hacia lo que realmente importa: tus objetivos, tus relaciones significativas y tu autocuidado.
Deshacerte de lo que no necesitas no es simplemente tirar cosas; es un ejercicio profundo de reflexión. Y lo mejor es que este proceso no solo ordena tu entorno, sino que te ofrece claridad mental para tomar decisiones más alineadas con tus valores.
Paso 1: Empieza con lo tangible – Decluttering físico
El primer paso para crear espacio en tu vida es empezar por tu entorno más inmediato: tu hogar. Las cosas materiales suelen ser un reflejo de nuestra vida interior. Si tu casa está llena de objetos que no usas, regalos que no te gustan o ropa que ya no te queda, es probable que también estés cargando con emociones o hábitos que no te sirven.
¿Cómo empezar?
- Hazlo por categorías, no por espacios: Siguiendo el enfoque de Marie Kondo, trabaja primero con una categoría específica, como ropa, luego libros, luego objetos varios. Esto te permitirá evaluar mejor lo que realmente necesitas.
- Hazte esta pregunta clave: ¿Esto aporta valor o felicidad a mi vida? Si no es así, es momento de dejarlo ir.
- Establece un sistema para decidir: Divide en tres pilas: conservar, donar y desechar. Lo que no conserve un propósito claro, dale una segunda oportunidad en manos de alguien más.
Pongamos un ejemplo: Imagina que estás revisando tu armario. Te encuentras con ese vestido que usaste en una boda hace cinco años y que nunca volviste a tocar. Reflexiona: ¿por qué lo estás guardando? Si no lo has usado en tanto tiempo, probablemente no lo necesites. Ármate de valor (sé que cuesta) y permite que alguien más se sienta bonita usándolo.
Paso 2: Evalúa tus hábitos y rutinas
¿Sientes que nunca tienes tiempo, pero terminas tu día haciendo scroll en el celular durante horas? Esto es una señal de que hay rutinas que debes revisar. Tus hábitos diarios determinan tu calidad de vida. Si te sientes atrapada o desmotivada, tal vez es hora de soltar lo que no funciona.
Cómo identificar hábitos que no suman:
- Haz un registro de tus días: Durante una semana, anota cómo distribuyes tu tiempo. Te sorprenderá descubrir cuánto se va en actividades que no aportan valor.
- Pregúntate: ¿Este hábito me acerca a la vida que deseo?
Por ejemplo, si tu objetivo es dedicar más tiempo a tu proyecto de negocio, comienza por revisar tu rutina. Si te das cuenta que dedicas casi dos horas diarias a ver series por la noche, es momento de reemplazar una de esas horas por planificar tu día siguiente, y la otra, por avanzar en su proyecto. Resultado: en un mes lograrás grandes avances que antes parecían imposibles.
Paso 3: Replantea relaciones y compromisos
Aquí viene una de las partes más difíciles: las personas y los compromisos que ya no encajan en tu vida. No se trata de cortar vínculos de manera impulsiva, sino de reflexionar sobre cuáles relaciones te nutren y cuáles te desgastan:
- ¿Esta relación me inspira y me hace crecer?
- ¿Estoy manteniendo este compromiso por culpa u obligación?
- ¿Cómo me siento después de interactuar con esta persona?
No todas las relaciones son eternas, y está bien priorizar aquellas que te hacen bien. También es válido aprender a decir “no” a compromisos que no alinean con tus prioridades.
Paso 4: Define tus verdaderos objetivos
A veces cargamos metas que ya no nos motivan solo porque alguna vez pensamos que eran importantes. Esto puede ser tan agotador como mantener una casa llena de trastos.
Cómo aclarar tus objetivos:
- Escribe todas tus metas actuales: Tanto personales como profesionales.
- Evalúa: Pregúntate si esa meta sigue siendo relevante para ti.
- Simplifica: Elimina las metas que no te emocionan o no tienen un propósito claro.
Supongamos que hace años habías decidido aprender a tocar el piano, pero nunca encontrabas el momento. Ahora, esta meta no es de tu interés y es momento de soltarla y en su lugar enfocarte en aprender fotografía, algo que sí te apasiona en este momento de su vida.
Beneficios de crear espacio en tu vida
Cuando decides deshacerte de lo que no necesitas, suceden cosas maravillosas:
- Ganas tiempo y claridad para enfocarte en lo que realmente importa.
- Reduces el estrés asociado al desorden y las obligaciones innecesarias.
- Empiezas a tomar decisiones más alineadas con tus valores y prioridades.
- Creas una vida más ligera y significativa.
Estamos a puertas de un nuevo año. Este es el momento ideal para preguntarte: ¿Qué quiero llevar conmigo al 2025? ¿Qué espacio quiero crear en mi vida para darle cabida a lo que realmente deseo?
Recuerda que este proceso no tiene que ser perfecto ni rápido. Empieza poco a poco, quizás con un cajón o una rutina diaria. La clave está en ser constante y honesta contigo misma.
Preguntas para reflexionar:
- ¿Qué es lo primero que desearías eliminar de tu vida?
- ¿Qué objetivos o sueños necesitan más espacio en tu día a día?
- Si te regalaran un día extra en la semana, ¿cómo lo usarías?
El primer paso para crear la vida que deseas comienza con un acto de valentía: dejar ir. ¿Te animas a intentarlo?
