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Siempre estoy investigando nuevas formas de organizarme mejor. Y no porque quiera hacer más cosas, sino porque quiero hacerlas con más intención y menos presión.
Como muchas mamás de 40+, emprendedoras y multitarea, vivo con la sensación de que el tiempo no alcanza. Así que cada cierto tiempo reviso lo que uso, lo que no me está funcionando, y busco nuevas ideas que me ayuden a alinear mi rutina con la vida real que tengo hoy.
Hace unos días me encontré con un video de Amy Landino, experta en gestión del tiempo y autora de Good Morning, Good Life. El video se llama “Master Calendar Blocking & Find More Time”, y aunque comienza con humor, lo que plantea es mucho más profundo de lo que parece.
Amy explica su visión del calendar blocking como algo más que una herramienta de productividad: lo presenta como una manera de ver tu vida reflejada en tu calendario, con honestidad, claridad y propósito.
Y en ese momento, me hizo clic.
Lo que me gustó del enfoque de Amy (y cómo lo adapté a mi realidad)
Estas fueron las ideas que más me resonaron del video y que, sin saberlo, ya empezaba a aplicar:
1. Bloquear TODO (no solo lo urgente)
Amy sugiere bloquear lo que debes hacer (trabajo, familia, obligaciones), pero también lo que sueñas hacer o deseas recuperar: tu curso pendiente, tu momento para escribir, esa idea que te emociona.
- Yo lo adapté bloqueando momentos para avanzar en proyectos propios, pero también espacios de “no hacer” o simplemente para pausar con intención.
2. Usar códigos de color
Asignar un color distinto a cada tipo de actividad te permite ver tu semana con claridad. Amy recomienda colores vivos para salidas, suaves para trabajo, etc.
- Yo uso tres tonos: uno para lo familiar/doméstico, otro para lo profesional, y uno especial para mis proyectos personales.
3. Revisar y ajustar semanalmente
Una revisión semanal es clave: ver qué funcionó, qué no y qué se necesita priorizar para la semana siguiente.
- Yo lo hago los domingos por la noche. A veces es rápido, a veces profundo, pero siempre me ayuda a empezar la semana más conectada conmigo.
4. Agrupar tareas similares (task batching)
Este concepto me encantó porque ayuda a no estar saltando entre cosas. Agrupar tareas parecidas —como contestar mensajes, revisar correos o crear contenido— te permite mantener el foco.
- Agrupo ciertas tareas por franja del día. Por ejemplo: en la mañana, tareas de concentración alta; por la tarde, actividades más livianas.
Cómo se ve esto en mi día real (y cómo puede adaptarse al tuyo)
No uso el calendar blocking de forma rígida. Trabajo con bloques amplios, por ejemplo:
Mañana (9:30 a 13:00): tareas prioritarias del día
Tarde (16:30 a 19:00): proyectos personales, creación de contenido o seguimiento a clientes.
Dentro de esos bloques, asigno tareas específicas según mi energía, mis prioridades y lo que esté viviendo esa semana.
Lo importante no es llenar el calendario de tareas, sino crear un marco que te acompañe con intención y flexibilidad.
¿Por dónde empezar si quieres aplicar el calendar blocking?
No tienes que bloquear cada minuto de tu día. Ni seguir un sistema rígido. Solo necesitas empezar por lo que hoy sí puedes sostener. Aquí te dejo 3 pasos para comenzar:
1. Elige una sola área a ordenar
¿Trabajo? ¿Casa? ¿Tu proyecto personal?
Empieza por lo que más te está drenando o lo que más deseas retomar.
2. Crea un bloque diario o semanal para ese espacio
No importa si es media hora al día o dos bloques a la semana. Lo importante es que exista un lugar claro y protegido en tu agenda.
3. Ponle un color y un nombre que te inspire
Llamarlo “trabajo” no motiva. Llamarlo “Mi espacio creativo”, “Proyecto alma” o “Avance silencioso” puede cambiar tu forma de relacionarte con ese momento.
Organizar tu semana no es para hacer más, sino para hacer espacio para ti.
El calendar blocking no es para tener una agenda bonita: es para tener una vida que se sienta más tuya.
Más ligera. Más clara. Más viva.
Un abrazo, Ericka.
