Recientemente, leí un artículo de Leo Babauta titulado “5 Maneras de Reducir Tus Niveles de Estrés”, y me hizo reflexionar sobre lo relevante que es para nosotras, como mamás ocupadas, lidiar con el estrés. Entre la familia, el trabajo y las responsabilidades diarias, el estrés se convierte en un compañero constante. Sin embargo, Babauta ofrece algunas estrategias simples que, con un poco de práctica, pueden ayudarnos a encontrar un mayor equilibrio y bienestar.
Aquí te comparto un resumen de las cinco ideas clave, adaptadas para quienes, como nosotras, tienen muchas cosas en la cabeza y necesitan encontrar momentos para respirar y recargar.
1. Elige la relajación en lugar de la tensión
Cada día nos enfrentamos a situaciones que pueden generar estrés: las tareas domésticas, el trabajo, los compromisos familiares. En medio de todo esto, a menudo olvidamos que podemos hacer una pausa y elegir relajarnos, aunque sea por un momento. Babauta nos recuerda la importancia de ser conscientes de nuestro estado mental y físico. Hacer una pausa y permitirnos relajarnos es una práctica sencilla, pero poderosa. A medida que lo practiquemos, notarás cómo esta pausa se vuelve un refugio en medio del caos.
2. La respiración como herramienta de calma
Cuando estamos estresadas, es común que nuestra respiración se vuelva superficial y rápida. Esto es parte de la respuesta de “lucha o huida” de nuestro cuerpo, pero podemos revertir este estado. Babauta nos sugiere tomarnos unos segundos para respirar profundamente cuando sentimos que el estrés se acumula. Como mamás, podemos incorporar esta práctica durante el día: antes de empezar la mañana, entre actividades o incluso mientras hacemos una pausa en medio de nuestras tareas. Respirar profundamente no solo calma nuestra mente, sino que también ayuda a que nuestro cuerpo se relaje.
3. Simplifica y prioriza
A menudo, sentimos que debemos hacerlo todo. Sin embargo, intentar cumplir con todas las tareas y expectativas solo aumenta nuestro nivel de estrés. Una de las mejores prácticas que podemos adoptar es aprender a simplificar y priorizar. Haz una revisión de tus responsabilidades y evalúa qué es realmente importante. No tengas miedo de decir “no” a las cosas que no aportan a tus prioridades. Esto te permitirá enfocarte en lo esencial y dejar de lado el agotador hábito de querer cumplir con todo a la vez.
4. Conéctate con la naturaleza
Puede que no siempre tengamos tiempo para escaparnos a la naturaleza, pero incluso unos minutos al aire libre pueden marcar una gran diferencia. Babauta sugiere reconectarnos con la naturaleza para reducir el estrés, y esto puede ser tan simple como dar un paseo por el parque o disfrutar de una taza de té en el jardín o en tu balcón. Apartarnos de las pantallas y sumergirnos en el entorno natural es una forma efectiva de desconectar del ajetreo diario y encontrar un momento de tranquilidad.
5. Cultiva el asombro y la gratitud
Es fácil quedar atrapada en la rutina y los desafíos diarios, por eso permitámonos encontrar momentos de asombro y gratitud, incluso en los días más ocupados. Como mamás, podemos practicar esto al admirar los pequeños logros de nuestros hijos, apreciar un momento de calma o simplemente agradecer por lo que tenemos. Estos momentos no solo nos ayudan a reducir el estrés, sino que también nos permiten ver la belleza en lo cotidiano.
Reducir el estrés no significa eliminar nuestras responsabilidades, sino cambiar nuestra perspectiva y la forma en que respondemos a los desafíos. Integrar estas prácticas en tu vida diaria no solo te ayudará a gestionar el estrés, sino también a vivir de manera más plena y consciente.
Si bien la vida de mamá está llena de retos, también está llena de oportunidades para cuidarnos y encontrar equilibrio. ¿Por qué no empezar con algo tan simple como una respiración profunda? ¡Comienza hoy con un pequeño paso, verás que esta decisión puede marcar una gran diferencia!
Un abrazo, Ericka.