10 Tips para tomar acción y dejar de procrastinar.

Hace unas semanas les escribí sobre la procrastinación y les comentaba que, en esencia, se trata de un asunto de emociones y no de productividad. Para recordar un poco el tema, grafiquemos una situación en nuestra mente y, para ello, te daré un ejemplo personal.

Tengo como tarea pendiente grabar un video de presentación para mi web, pero lo vengo dilatando semanas. En mi sistema de Trello, lo sigo pasando de un día para otro y, hasta ahora, me hago la loca. Es que pensar que tengo que arreglarme para el video, acomodar el ambiente, preparar un guion y, sobre todo, hablar frente a la cámara… uhmmm… me hace sentir mariposas en la panza, de solo imaginarlo. En definitiva, estoy PROCRASTINANDO.

Y eso pasa porque grabar el video y verme en pantalla me pone nerviosa, me da flojera preparar el espacio para filmar y, la vedad, no sé por dónde empezar. En ese momento, aparece esta corriente por el cuerpo y prefiero hacer otra tarea más sencilla para mí con la que me sienta más a gusto. Pero eso no hace que esta tarea pendiente desaparezca, ni lo hará. Es algo que debo hacer y para esto no existen aplicaciones de productividad que nos ayuden. Depende de uno mismo y es algo que debo enfrentar y llevarlo a la acción.

Por eso, he estado buscando ampliar las posibles soluciones (que te dejé en mi artículo anterior) para dejar de procrastinar, así que aquí te van:

1. Sé consciente: Analiza qué está pasando, revisa tu lista de pendientes y mira aquello que no has hecho. Luego, pregúntate por qué. Descubre qué te hace sentir incómoda de esa tarea que no la quieres hacer. Para dejar de procrastinar, primero debes darte cuenta de que estás procrastinando.

2. Cómete un sapo por las mañanas: Esta es una frase de Mark Twain: “Si tienes que comerte un sapo, que sea a primera hora. Si tienes que comer dos, come el más grande primero”. ¿Qué significa? Es una propuesta para comenzar tu día dedicándole las primeras horas a la tarea más difícil y aburrida que tengas. Así el resto del día será más llevadero, porque lo que parecía imposible ya lo hiciste. Muerto el perro, se acabó la rabia (no sé de quién es esta frase, pero crecí escuchándola y viene precisa).

3. Adiós distracciones: Tienes que alejar aquellas cosas que te distraen de tu objetivo. Lo más inmediato, si aún no has desactivado tus notificaciones, guarda tu celular para que no haya tentaciones y querer mirarlo a cada minuto. Recuerda que el mundo puede seguir girando aun cuando no contestes un correo o mensaje de texto.

4. Divide las grandes tareas en partes pequeñas: Para este caso, mejor te doy un ejemplo. Si eres de las que investigas mucho (porque así lo demanda tu trabajo o aquel proyecto al que estás dedicada) divide todas las tareas que tienes que hacer para investigar y establece un tiempo fijo para cada una. Si no lo haces, puedes caer en una piscina sin fondo y pasar horas de horas investigando y no accionas. Confieso que yo soy una de las que caigo frecuentemente en esas piscinas sin fondo, así que tengo una alerta que me avisa que el tiempo ha culminado.

5. Programa tus reuniones y llamadas telefónicas en horarios convenientes para ti: Trata, en la medida de lo posible, que todas las reuniones o llamadas telefónicas que tengas que hacer sean en un mismo bloque de tiempo, así puedes planificar mejor el resto del día e incluso de tu semana sabiendo con qué horarios cuentas disponibles para dedicarte a esa actividad o tarea que debes hacer.

6. Multitasking pasó de moda: Las mujeres pulpos son una fantasía, tú eres real, de carne y hueso. Cuando haces muchas cosas a la vez, pierdes el foco y es imposible que todo te salga bien. Además, no te hace más importante, no hay nominaciones al Óscar por ello. Considero que el multitasking disminuye mi productividad y es por eso que, después de haberlo experimentado (por años), he decidido concentrarme en una cosa a la vez. Lee más sobre este tema aquí.

7. Pon fecha de vencimiento a tus tareas: La Ley de Parkinson dice que “el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para que se termine”. En sencillo (y esto pasa con mis hijas adolescentes a cada rato): “Ma, tengo que estudiar hasta la noche”. Entro a sus cuartos y ¡oh sorpresa! … echadas en sus camas descansando porque, en vez de ponerse a estudiar y terminar antes de lo previsto, pierden el tiempo, ya que tienen “la noche por delante”. Es por eso que muchas veces necesitamos dar sentido de urgencia a nuestros pendientes y poner una fecha límite. Esto permite organizarnos mejor e ir tachando esa tarea de nuestra lista de pendientes, lo cual es súper satisfactorio.

8. Felicítate por cada logro: Es indispensable celebrar cuando cumplimos una meta, grande o pequeña. Merecemos que reconozcamos nuestro esfuerzo y recibir una recompensa. En este caso, puedes mirar ese capítulo de tu serie de Netflix que tanto esperas.

9. Haz lo que te apasiona y trabaja en ello: Cuando estás haciendo lo que amas y comienzas a postergar las cosas, porque sientes incertidumbre o dudas, recuerda por qué empezaste a hacerlo y respira. Relaja un poco los plazos si tanto te agobian y disfruta tu proceso. ¿Por qué te lo digo? Porque cuando haces algo que te apasiona, difícilmente dejas de hacerlo y, por tanto, no postergas tanto las cosas.

10. Pide ayuda: Si ya intentaste todo y no tienes el resultado esperado, necesitas que alguien te apoye. Puede ser un terapeuta, un amigo, un familiar, alguien que te dé la confianza para abordar esos sentimientos que no te dejan avanzar y cumplir con tus objetivos. A veces pedir ayuda, es la decisión más sabia y honesta que puedes tomar. Todo tiene solución.

Estos tips los he recopilado, después de atender varias clases sobre gestión del tiempo, de productividad y de sumergirme en el tema que me encanta. Son los que más resuenan conmigo y que los estoy poniendo en práctica.

Así como tú, me cuesta cumplirlos todos, pero creo que con constancia y disciplina todo se puede lograr. Empieza por organizarte y llevar estos consejos a la práctica. No esperes el momento perfecto, solo toma acción.